miércoles, 4 de julio de 2012


Graffiti: ¿Arte o vandalismo?


La ubicación del graffiti dentro del arte urbano permite que el hombre se exprese y comunique con sus similares de una manera distinta, que a pesar de haber sido restringida, perseguida, censurada, en muchos casos se muestra eficaz. El hombre a lo largo de su historia se ha hecho cada vez más consciente de su necesidad comunicativa, por lo que intenta expresarse no sólo mediante su lenguaje oral y escrito, cualidad única del ser humano, sino haciendo uso del lenguaje de los signos, y más aún, de la capacidad de hablar a través de ellos.

¿Hablar a través de los signos? El hombre en sus manifestaciones sociales ha demostrado la certeza de este planteamiento, y en los últimos siglos se ha extendido el pensamiento tal vez facilista que asegura que “una imagen vale más que mil palabras”, dando completa utilidad a los simbolismos de los signos lingüísticos. Para muchos, una buena imagen es más diciente que un texto descriptivo, realidad que el arte urbano o “street art” ha aprehendido y manejado a su favor. Como expresión de libertad, el ser humano en su naturalidad más bien religiosa que roussoniana tiene derecho a su libre desarrollo de la personalidad, de sus ideologías, entre muchas otras, y como mínimo a expresarse, facultad vital para el individuo humano. 

El grafiti es una forma de comunicación social que sirve para expresar aquello que no puede salir por los medios institucionales. Visto únicamente como un medio de expresión debe ser considerado completamente sano, pero el hecho de pertenecer a la cultura del “Hip Hop” hace que sea rechazado por muchos al verlo escandaloso, especialmente para las élites. De todas maneras, este interés suscitado en todas las gentes por parte del graffiti da amplio sentido a nuestras investigaciones, y a nuestro cuestionamiento en desarrollo.


El arte se entiende como cualquier actividad del ser humano realizada con una finalidad estética o comunicativa, a través del cual se expresan ideas, emociones o, en general, una visión del mundo, mediante diversos recursos. El arte es un componente de la cultura, reflejando en su concepción los sustratos económicos y sociales, y la transmisión de ideas y valores, inherentes a cualquier cultura humana a lo largo del espacio y el tiempo.

Teniendo en cuenta el concepto de arte, no hay por qué excluir de él al graffiti. “El arte es el hombre agregado a la naturaleza" aseguró Vicent Van Gogh; por su parte Albert Einstein proclamó que “el arte es la expresión de los más profundos sentimientos”; Adolf Loos, un importante arquitecto austriaco aseguró que “el arte es la libertad del genio; Paul Klee, un pintor alemán, expresó que “El arte no reproduce aquello que es visible sino que hace visible aquello que no siempre lo es”. Estos conceptos, aunque subjetivos, no se contraponen, todo hace parte de la universalidad que ofrece el mundo del arte. 

“No tiene que ser bonito para ser arte”, era el mensaje plasmado estratégicamente en una pared en Barranquilla en una avenida muy transitada. Iba dirigido probablemente a quienes intentan cortar las alas de los “graffiteros”.  

“En nuestras ciudades, las nuevas estrategias del graffiti figurativo hacen de él un arte discursivo que no solamente ha superado en el plano lingüístico la tradicional consigna política, sino que enmarca lo verbal dentro de una perspectiva general que tiene a la ironía, el humor, el sarcasmo y la rabia como huellas enunciativas que posibilitan la transmisión de determinados contenidos. Nuestro graffiti, a diferencia del neoyorkino o del europeo, ha logrado mantenerse por fuera de los circuitos comerciales y a asumido muy en serio el papel de ser una fuente de opinión pública que se enraíza en el chiste, los refranes, las leyendas, las canciones de protesta, y aun en la literatura”, manifiesta el semiolingüista Julio Escamilla Morales en su libro Fundamentos semiolingüísticos de la actividad discursiva.

El graffiti puede despertar en nosotros muchos sentimientos y sensaciones, desde admiración hasta un completo desagrado, pero independientemente de la manera en que sea recibido por el público, el grafiti es una forma diferente de discurso al decir las cosas de manera distinta a la habitual. Y esto no es obra de vándalos, sino de hombres que se atreven a hablar sin hablar. Arte. 


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